¿QUÉ ES EL MATCHA?
El matcha ha ganado mucha popularidad, pero muchos aún no saben realmente de qué se trata. El matcha es un tipo especial de té verde japonés que se presenta en polvo fino y se obtiene moliendo hojas jóvenes de la planta Camellia sinensis, cultivadas a la sombra ( para conservar una alta concentración de nutrientes y antioxidantes. Lo consumimos suspendido/mezclado en agua o leche, a diferencia del té tradicional donde solo infusionamos las hojas.
El matcha es un tipo de té verde en polvo originario de China pero perfeccionado en Japón que se ha hecho conocido por sus propiedades nutricionales, su forma especial de producción y sabor. Su forma original es el tencha, una hoja de té que es posteriormente procesada y molida para convertirse en el polvo verde que todos conocemos.
DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
El matcha es un polvo fino de color verde intenso que proviene de las hojas de la planta Camellia sinensis cultivadas bajo sombra antes de la cosecha (tencha). Este método de cultivo no solo intensifica el color, sino que también incrementa los niveles de clorofila y aminoácidos como la L-teanina.
A diferencia de otros tés, el matcha se prepara moliendo las hojas enteras secas de tencha hasta obtener un polvo muy fino (de aproximadamente 10 micras, dependiendo del tipo de molienda). Al prepararse el polvo microscopico se suspende sobre el agua (dando una ilusión visual de ser soluble). Cuando preparamos matcha, consumimos toda la hoja y, por lo tanto, todos los nutrientes presentes.
Entre sus compuestos más importantes se encuentran las catequinas, unos polifenoles con alto poder antioxidante. Además, contiene teína, que es la misma molécula que la cafeína, aunque su efecto suele sentirse más suave debido a la presencia de L-teanina.
El resultado es una bebida de sabor vegetal, ligeramente dulce y con un perfil umami característico.
DIFERENCIAS ENTRE EL MATCHA Y OTROS TIPOS DE TÉ VERDE
La principal diferencia es la forma en la que consumimos el matcha en comparación con el té verde tradicional. Mientras que con el té en hebras solo se infusionan algunos compuestos solubles, el matcha nos permite ingerir la hoja completa pulverizada.
Otra diferencia relevante está en el cultivo. Las plantas de tencha se cubren con mallas durante varias semanas antes de la cosecha, lo que aumenta su contenido de clorofila y de aminoácidos, dando al polvo su distintivo color verde brillante y una textura fina.
En cuanto al perfil nutricional, el matcha contiene concentraciones notablemente más altas de antioxidantes, particularmente catequinas como la epigalocatequina galato (EGCG). También suele aportar más teína y aminoácidos que la mayoría de los tés verdes comunes.
Además, a diferencia de otros tés de otras regiones de Asia, y al igual que la mayoría del té japonés, se busca consumir lo más fresco posible (evitando la oxidación).

ORIGEN Y TRADICIÓN DEL MATCHA
El matcha es más que un simple té verde en polvo; representa siglos de historia, influencias culturales y prácticas tradicionales japonesas. Sus raíces y rituales han forjado un papel fundamental en la identidad y costumbres del país.
HISTORIA Y EXPANSIÓN DEL MATCHA
El origen del matcha se remonta a la antigua China, donde los monjes budistas preparaban té en polvo para facilitar la meditación. Durante el siglo XII, el monje Eisai llevó semillas y métodos de preparación a Japón (específicamente a la entonces capital del país, Kyoto), marcando el inicio de una tradición que evolucionaría de manera única en este país.
Fue en este mismo siglo que inció la era Sakoku (鎖国, “país encadenado” o “país cerrado”) de Japón.
Fue una política de aislamiento implementada por el shogunato Tokugawa, mediante una serie de edictos a partir de 1639, cuando se prohibió la entrada de extranjeros y la salida de japoneses al extranjero (con excepción de contactos muy limitados, principalmente con los holandeses en Nagasaki y con Corea y China en condiciones controladas).
De este modo, mientras que China dejó de un lado el té en polvo y comenzó a centrarse en las infusiones y en técnicas de oxidación del té; en Japón, los métodos de cultivo y procesamiento del té en polvo (matcha) se perfeccionaron, destacando el sombreado de las plantas antes de la cosecha. Este proceso realzaba su sabor y el color. A partir de ahí, la bebida ganó popularidad dentro de círculos religiosos y nobles antes de expandirse como un componente esencial en la cultura japonesa.
CULTURA JAPONESA Y CEREMONIA DEL TÉ
La ceremonia del té japonesa, conocida como chanoyu, es uno de los pilares más importantes de la cultura japonesa. En esta ceremonia, se utiliza matcha de un alto grado, apto para tomarse directamente con agua y ser preparado con utensilios específicos como el chasen (batidor de bambú) y el chawan (tazón).
Durante el rito, la preparación del matcha es meticulosa y sigue pasos tradicionales que simbolizan respeto, armonía y pureza. La ceremonia no es solo para beber, sino una práctica que conecta a los participantes con la naturaleza y el momento presente.
Esta misma se convirtió en una disciplina conocida como sadō (茶道), el camino del té. Un arte tradicional japonés que va mucho más allá de preparar y beber matcha. Se considera una disciplina cultural y espiritual.
El rol del matcha en la ceremonia destaca su valor más allá de lo culinario. Nos permite apreciar la profundidad de la cultura japonesa y cómo una bebida puede convertirse en experiencia y arte, transmitida de generación en generación.
PROCESO DE PRODUCCIÓN Y VARIEDADES
El matcha se diferencia de otros tés verdes por su proceso de cultivo bajo sombra, la transformación de la hoja de tencha y su molienda en polvo fino. La calidad y el sabor final dependen de estos pasos, así como del control minucioso realizado por los productores.
CULTIVO Y SOMBREADO DE LAS HOJAS
La base del matcha está en la planta Camellia sinensis. Para obtener matcha de alta calidad, se seleccionan cultivos especiales y cubren las plantas durante tres o cuatro semanas antes de la cosecha. Esto protege las hojas de la luz solar directa.
El sombreado favorece una mayor producción de clorofila, teanina y cafeína. Este proceso intensifica el color verde de las hojas y aporta un sabor más dulce y bajo en amargor. Además, los nutrientes se concentran, mejorando el perfil de aminoácidos.
Las hojas destinadas al matcha de calidad suelen ser de la primera cosecha anual. Esta selección contribuye al distintivo color y perfil nutricional del matcha de mejor calidad.

ELABORACIÓN: DEL TENCHA AL POLVO DE MATCHA
Tras el cosechado, las hojas se procesan ligeramente con vapor para detener la oxidación y preservar su color y propiedades. Luego, las hojas se secan y se convierten en tencha.
En este punto, eliminamos los tallos y venas, quedando solo la hoja. Este material se muele lentamente en molinos de piedra hasta obtener un polvo ultra fino y de color verde intenso.
La tencha es esencial, ya que solo ella produce matcha auténtico. La textura resulting es similar al talco y permite que el polvo se disuelva fácilmente en agua.
Este proceso exige precisión y condiciones controladas.

PERFIL NUTRICIONAL Y COMPONENTES ACTIVOS
El matcha destaca por su denso perfil nutricional. Es conocido por su riqueza en antioxidantes, aminoácidos y una forma especial de cafeína que lo diferencia de otros tés y bebidas estimulantes.
CONTENIDO DE ANTIOXIDANTES Y CATEQUINAS
El matcha sobresale por su alta concentración de antioxidantes, especialmente catequinas. Entre ellas, el Epigalocatequina galato (EGCG) es la más importante debido a su potente capacidad antioxidante y su rol en la protección celular.
Consumimos la hoja entera pulverizada, lo que aporta fibra y una cantidad de antioxidantes superior a la de otros tés verdes. En una taza de matcha podemos hallar hasta 137 veces más catequinas en comparación con un té verde convencional.
Resumen rápido de sus compuestos antioxidantes:

AMINOÁCIDOS: L-TEANINA Y TEANINA
Destaca el contenido de l-teanina y teanina, aminoácidos que no suelen encontrarse en cantidades significativas en otros tés. La l-teanina favorece la relajación mental sin provocar somnolencia, ayudando a reducir el estrés y favorecer la concentración.
Nuestro consumo de matcha nos aporta entre 15 y 25 mg de l-teanina por gramo de polvo. Esta sustancia modula el efecto de la cafeína, suavizando el estímulo y evitando el nerviosismo habitual de algunas bebidas energéticas.
CAFEÍNA Y SU COMPARACIÓN CON OTROS ESTIMULANTES
El matcha proporciona una dosis de cafeína moderada, que en el mundo del té se denomina a veces teína. Por cada gramo de polvo de matcha, obtenemos aproximadamente 35 mg de cafeína, cantidad que varía según el tipo y la preparación.
A diferencia del café, la cafeína del matcha se libera gradualmente debido a la acción de la l-teanina. Esto produce un efecto de energía sostenida y sin altibajos bruscos.
En comparación con el café, el matcha ofrece una menor probabilidad de experimentar ansiedad o inquietud. Este perfil lo convierte en una alternativa interesante para quienes buscan concentración y alerta mental sin el fuerte estímulo de otras bebidas según evidencia recopilada.
EL MATCHA HOY
Esta bebida milenaria es utilizada en ceremonias tradicionales japonesas y valorada por su sabor intenso y sus propiedades. Preparar y tomar matcha no solo nos acerca a la cultura e historia japonesa, sino que nos permite disfrutar de una bebida que ha sido destacada tanto por sus beneficios y sabor como por su versatilidad en el barismo, la cocina y la repostería.